Descubre por qué es imprescindible escaldar los tomates para pelarlos

La cocina es un arte que requiere de técnicas y conocimientos específicos para obtener los mejores resultados. La preparación de tomates no es una excepción a esta regla. Una técnica culinaria fundamental en la elaboración de diversas recetas con tomate es el escaldado para pelarlas fácilmente, un proceso que puede parecer engorroso pero resulta indispensable. ¿Por qué ? En este artículo te lo explicamos.

Los beneficios nutricionales de las tomates sin piel

Impacto del pelado en los nutrientes de la tomate

En términos de preservación de nutrientes, el pelado de las tomates puede afectar sus valiosos elementos de diferentes maneras. El uso del agua hirviendo y la llama directa son dos métodos comunes para pelarlos.

• Cocción en agua hirviendo : Esta técnica implica hacer una incisión en forma de cruz en la base del tomate, sumergirlo en agua hirviendo y luego en agua fría para desprender la piel.
• Pelado a la llama : Este método requiere sostener el tomato sobre una llama hasta que la piel comience a ampollar, facilitando su eliminación.

No obstante, es importante tener presente que la piel de los tomates contiene numerosos nutrientes esenciales como vitamina C, antioxidantes y licopeno. Así que conservar la piel de los tomates, especialmente si son orgánicos y están bien lavados, permite mantener estos elementos valiosos y añade una textura extra a ciertos platos.

Tomates más maduros, pelado más fácil

Cuando los tomates maduran, se liberan unas proteínas llamadas enzimas que degradan la pared celular, facilitando así el proceso de eliminación de la piel. Los tomates más maduros tienen una estructura celular más relajada, lo que facilita aún más el proceso.

Tras este análisis nutricional, es evidente que la elección entre pelar o no las tomates depende en gran medida del tipo de receta que quieras elaborar. Pero ahora conozcamos la importancia del choque térmico en el proceso de pelado de las tomates.

La importancia del choque térmico para pelar las tomates

El método del escaldado y enfriamiento rápido

El escaldado o blanqueo, también conocido como «mondado», consiste en sumergir brevemente un alimento en agua hirviendo y luego pasarlo rápidamente a agua fría o helada con el fin de parar la cocción. En el caso de las tomates, este proceso provoca la ruptura de conexiones entre células y facilita el desprendimiento de la piel.

Esta técnica es muy eficaz y es utilizada comunmente en la cocina profesional. Además, tiene otras ventajas: permite mantener el color brillante y potenciar el sabor natural del alimento.

¿Por qué usar agua helada después del agua hirviendo ?

Después de escaldar las tomates, se sumergen en agua helada. Esta acción provoca que la piel se contraiga, lo que facilita aún más su eliminación. Además, el agua fría detiene el proceso de cocción iniciado por el agua caliente, asegurando que solo se retire la piel y no se cueza la carne del tomate.

Ahora es el momento ideal para aprender algunas técnicas y trucos para hervir y pelar tomates de manera fácil y efectiva.

Técnicas y astucias para escaldar y pelar fácilmente los tomates

Consejos prácticos

Pele con cuidado…

Una vez que la piel está lista para ser retirada, se recomienda hacerlo con cuidado para evitar dañar la carne del tomate. Puede utilizar un cuchillo pequeño o incluso sus dedos.

Comprender la mejor manera de conservar y utilizar las tomates peladas en la cocina es el siguiente paso natural en nuestro viaje culinario.

Conservación y utilización de los tomates pelados en cocina

Maneras efectivas de conservar los tomates pelados

Una vez que las tomates están peladas, es importante almacenarlas correctamente para maximizar su vida útil. Se pueden guardar en el refrigerador durante unos días, pero si planea usarlas más adelante, congelarlas puede ser una buena opción.

Si se opta por congelarlas, es recomendable hacerlo en porciones individuales para facilitar su uso posterior.

Cocinar con tomates pelados

Los tomates pelados son increíblemente versátiles en la cocina. Se pueden usar en salsas, guisos, sopas y mucho más. Al eliminar la piel se obtiene una textura más suave y uniforme en las preparaciones.

En resumen, escaldar las tomates para pelarlas es un método eficaz y fundamental en la cocina. Ofrece alternativas como el choque térmico o el pelado a la llama, preservando lo máximo posible los nutrientes contenidos en la piel del tomate. Una técnica que sin duda elevará tus habilidades culinarias al siguiente nivel.